El presidente ruso, Dmitry Medvedev, espera lograr avances con la emergente industria petrolera y el renaciente sector de defensa de Brasil en una visita esta semana, pero es poco probable que obtenga grandes logros.
Brasil se ha embarcado en una revisión de sus Fuerzas Armadas y planea gastar decenas de miles de millones de dólares en los próximos años para renovar equipos obsoletos, provocando el interés de numerosas extranjeras contratistas de defensa de París a Moscú.
Medvedev y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva firmarán acuerdos para aumentar la cooperación en los sectores aeroespacial, nuclear y de las industrias de defensa durante la visita el martes y el miércoles. Rusia también espera vender helicópteros, vehículos blindados y otros equipos a Brasil.
Sin embargo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, probablemente consiga más el próximo mes cuando firme una alianza estratégica de defensa en Río de Janeiro, que ofrece no sólo armas, sino la tecnología para construir una industria de defensa nacional.
"Estamos mucho más avanzados en nuestra asociación estratégica con los franceses que con los rusos", dijo el ministro de Asuntos Estratégicos de Brasil, Roberto Mangabeira Unger, hombre clave de Lula en las conversaciones con Francia y Rusia.
Francia ha acordado permitir a Brasil construir helicópteros y submarinos franceses bajo licencia, cediendo a una demanda de Brasil para compartir tecnología militar clave. En cambio, los aviones de combate rusos Sukhoi quedaron marginados de una competencia para sustituir más de 100 aviones de más de 15 años, ya que el país no ofrece la transferencia de tecnología. Calificaron Dassault de Francia, junto con Boeing de Estados Unidos y SAAB de Suecia.
"Queremos la importación de inteligencia y tecnología, no mano de obra bruta", dijo el ministro de Defensa Nelson Jobim la semana pasada.
Brasil aplicará el mismo criterio en otros acuerdos que los rusos están buscando. "Estamos interesados en Glonass, como un socio, no un comprador", dijo un alto diplomático brasileño en referencia a un sistema de posicionamiento global que Rusia está ofreciendo.
FUENTE: AmericaEconomia
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